Araujia sericifera

Foto: Cillas (CC BY-SA 4.0)

Esta planta nativa de Sudamérica crece ya silvestre en Asia, Europa, Norteamérica, Oceanía y Sudáfrica. No consta de momento en Canarias pero sí está naturalizada en Madeira y ha manifestado un comportamiento invasor en Azores, además de en amplias zonas de la España continental (sobre todo en Cataluña y la costa levantina, donde afecta a los cultivos de cítricos, pero también en Cantabria, Galicia y País Vasco). Su denso follaje ahoga y estrangula a la vegetación nativa, llegando a romper las ramas de los árboles por los que trepa. En cuanto a sus efectos sobre la salud humana, la planta emite un látex muy irritante al entrar en contacto con la piel o con los ojos.